sábado, 28 de marzo de 2009

F. NIETZSCHE: CONTEXTO HISTÓRICO-CULTURAL Y FILOSÓFICO

CONTEXTO HISTÓRICO-CULTURAL Y FILOSÓFICO

1. Contexto histórico-cultural

A. Las transformaciones sociales

*Burgueses y obreros
La fracasada revolución francesa había provocado la reacción de la nobleza y de las monarquías europeas y un resurgir del antiguo régimen, pero el impulso de la revolución industrial y los profundos cambios sociales que desarrolló dieron lugar a nuevas acciones revolucionarias.
La burguesía dominaba las esferas política, económica y cultural del mundo occidental. Sin embargo, la unidad de la burguesía se rompió: si la alta burguesía -grandes comerciantes, industriales y banqueros- quería conservar el status alcanzado, para lo cual se ponía del lado de la monarquía y el sufragio censitario (solo tenían derecho de voto los ciudadanos varones con dinero y cultura que pagaban una tasa), la pequeña burguesía -artesanos y pequeños comerciantes- era partidaria de la república y el sufragio universal (la única limitación del derecho de voto es la mayoría de edad y la ciudadanía), pretendía ampliar las reformas hacia una mayor igualdad social.
El número de trabajadores industriales había aumentado y con él también lo hicieron la resistencia al orden social impuesto por la burguesía y las reclamaciones para obtener mejoras laborales y mayores derechos políticos. La burguesía, impulsora antes de las reformas políticas y sociales, se dispone a defenderse de la clase obrera, sacrificando la libertad y la igualdad para salvaguardar la seguridad y la propiedad.
La historia europea del siglo XIX se despliega así como un juego de alianzas y enfrentamientos entre burgueses y obreros , que se unen contra la monarquía para desbancarla del poder e impulsar una liberación económica, pero que se enfrentan cuando artesanos y obreros exigen reformas democráticas que garanticen una mayor igualdad política y económica.

* El final del antiguo régimen
Los principios nacionalistas, liberales y socialistas confluyeron en la revolución de 1848, y, aunque ésta fracasó, ya habían enraizado en una sociedad europea que asistía a los momentos finales del antiguo régimen. En buena parte de los Estados europeos, al acabar el siglo XIX, existían constituciones que consolidaban cambios políticos democráticos.

* El desarrollo económico y tecnológico
A partir de 1870 asistimos a la segunda revolución industrial. La expansión del ferrocarril, de las grandes industrias siderúrgicas y de la minería, así como la creación de compañías bursátiles que desarrollan el capital financiero, son elementos de este proceso. Se produce una gran concentración de capital, la aparición de grandes empresas y el protagonismo creciente de la banca. Se incorporan nuevos países al proceso industrial: Austria-Hungria, Italia, los países escandinavos, Rusia, España, Japón y Estados Unidos, que a finales de siglo supera a Gran Bretaña en producción industrial.
Los avances de la industrialización fueron fruto de una estrecha relación entre el desarrollo científico y el tecnológico. Se desarrolla la educación, a la que se ve como un factor de progreso social y económico. El dominio colonial también contribuyó al desarrollo económico.

* La unificación de Alemania
Bismarck, primer ministro de Prusia, fue el artífice la unificación de Alemania (1815-1898).
En 1867 se aprobó una Constitución que daba una estructura federal a la unión de los veintitrés Estados situados al norte de la línea Francfort-Maine. Estaba presidida por Guillermo I de Prusia con Bismarck como canciller.
En 1870, Bismarck, tras destruir al ejército francés, creó el Segundo Imperio , que incorporó a los estados alemanes del sur, a excepción de Austria, y promulgó una constitución que establecía un órgano de representación de los antiguos Estados soberanos, el Reichsrat. El Parlamento o Reichstag, elegido por derecho de voto, no tenía poderes reales de control del gobierno, que quedaba bajo el dominio de Prusia.
El mapa político europeo se había modificado. Alemania se había convertido en la gran potencia continental a costa de Austria y de Francia, mientras Gran Bretaña se dedicaba a su expansión colonial.
El proceso de unificación alemán, mezcla de nacionalismo liberal y de centralismo político, dio lugar a un extraordinario desarrollo económico y a un cambio en la estructura social, acompañado por la transformación de las instituciones educativas. Una parte importante de la población se convirtió de rural en urbana, la economía agraria dio paso a una economía industrial y la educación, antes predominantemente humanista, se orientó a la enseñanza de la tecnología.
El organizado y rígido Estado alemán formó una clase eficiente de funcionarios y ciudadanos honestos, trabajadores y respetuosos de las leyes. Como contrapartida, el individuo y la libertad de espíritu parecían haberse sacrificado al esplendor político y económico.

B. La cultura

* El arte
Los cambios en la economía y en la sociedad de la segunda mitad del siglo XIX contribuyen a la aparición de una mentalidad menos especulativa y más cercana a la realidad, representada por el positivismo de Augusto Comte, y condensada en su lema "orden y progreso".
La mentalidad positivista encontró su reflejo en el realismo, que pretende seguir a los científicos y representar con veracidad la realidad humana a través de la observación y la descripción, como por ejemplo en las novelas de Víctor Hugo, Dickens y Dostoievski y en los cuadros de Courbet y Millet.
Pero también se manifiesta en el arte la crítica individualista a la sociedad decadente, defensora de uos valores artificiales que ahogan la capacidad de vivir. Es la época de las vanguardias, de un modo de vida bohemio, en contra de los valores establecidos "más allá del bien y del mal". Detrás de este elitismo con el que los artistas tratan de hacer de su vida una obra de arte se percibe un cierto escapismo, la falta de ideales y de compromiso. En la obra de Vincent Van Gogh (1853-1890) se refleja su drama interior.
El movimiento impresionista , que protagonizó las últimas décadas del siglo XIX, pretendía ser fiel a la naturaleza: sus estudios de la luz permitían que la pintura plasmase la auténtica realidad de lo que se ve. La inmediatez del instante, la luz y el movimiento están presentes en las obras de Renoir, Monet, Manet, Degas y Toulous-Lautrec. La fugacidad inspira también a Debussy, que lleva esta nueva estética a la música.

2. Contexto filosófico
Ya hemos dicho que la mentalidad predominante es la del positivismo. Según esta corriente filosófica, la humanidad se encuentra en su grado máximo de desarrollo gracias al pensamiento positivo y a la ciencia.
El evolucionismo de Charles Darwin (1809-1882), defendido en El origen de las especies (1859) ofreció una explicación científica a la conciencia del cambio, acabando con la imagen estática de la realidad: las especies varían y se diversifican resultando otras nuevas. Eliminando el providencialismo, la evolución de los seres vivos se produce como lucha por la supervivencia. La selección natural aparece como un mecanismo despiadado que se alimenta del sufrimiento y de la muerte de los débiles.
La ampliación al ser humano de los principios evolucionistas a partir de la publicación de El origen del hombre (1871) dio lugar al darwinismo social de Herbert Spencer (1820-1903), que legitimaba la doctrina del liberalismo económico. La miseria del proletariado y el imperialismo se consideran expresión de la ley natural, cuya consecuencia es la competencia del mercado, en la que los más aptos para la supervivencia son los vencedores.
Las características esenciales del positivismo son las siguientes:
- La admiración por la ciencia como única forma válida de conocimiento.
- Una actitud de crítica a la metafísica. Según estos pensadores, todo lo que está más allá del conocimiento de los sentidos no tiene validez y es un contrasentido.
- La creencia en la idea de un progreso ilimitado de la sociedad y de la capacidad moral del ser humano. Según esta teoría, una vez desechados todos los valores metafísicos y religiosos que limitan al ser humano, se producirá un progreso ilimitado de la vida social y cultural de la humnanidad.

Frente a esta mentalidad, aparece a lo largo de la segunda mitad del siglo XIX, otra mentalidad, en pugna con el positivismo. Proviene de teorías que pueden definirse como "filosofías de la vida". Una de las más importantes es la de Friedrich Nietzsche. Los cambios de la sociedad emergente, lejos de liberar al hombre, ahogan su vida. Se abre camino un sentido individualista del destino humano sin caer en falsos consuelos. El individuo tiene un valor absoluto al margen de la sociedad interesada en la riqueza o el poder político.
Esta actitud ante la vida surge de la decepción que provoca una realidad social que no ha permitido realizar los ideales de la Ilustración ofreciendo una imagen del mundo como una gran mentira en la que las ideas han ido cediendo ante el poder político y el poder económico.
Los pensadores que afrontan el sentido de su existencia se enfrentan a su soledad y a su dolor con el orgullo de quien se sabe artífice de su vida.
La filosofía alemana de la segunda mitad del siglo XIX se lanzó a la tarea urgente de salvar al individuo defendiendo la creatividad, la libertad y la vida frente a las garras del idealismo hegeliano y del positivismo científico. Ni del idealismo, que legitimaba la concepción absoluta del omnipotente Estado, ni el positivismo, que dejaba en manos de la razón técnica de la ciencia la organización social y el progreso de la humanidad, eran capaces de comprender la vida humana. Dilthey (1833-1911) planteó la necesidad de diferenciar las ciencias naturales, que buscan la explicación de los fenómenos sometidos a las leyes de la causalidad, y las ciencias del espíritu, que pretenden "comprehender" el sentido de la vida humana a partir de la propia historia de la humanidad. La filosofía de Nietzsche manifiesta con radicalidad la crítica a la razón idealista y positivista y la defensa de los valores de la vida. Seguidor de la filosofía de Schopenhauer y conocedor de la filosofía clásica griega, revolucionó el concepto de filosofía que desde Platón había predominado en la cultura occidental.
En los comienzos del nuevo siglo, Europa fue agitada por fermentos nacionalistas e imperialistas que, aún desarrollándose de manera diferente en cada país, tuvieron en un lapso de pocos años un trágico desenlace común: la Primera Guerra Mundial. Nietzsche, en esta época de transición, tuvo una capacidad premonitoria de la inminencia de las catástrofes que cambiarían los valores y el modo de vivir de los europeos del siglo XX:

jueves, 26 de marzo de 2009

Edelman, Gerald y Tononi, Giulio - El universo de la conciencia

Edelman, Gerald y Tononi, Giulio - El universo de la conciencia [Libros en español - ciencias] Edelman, Gerald y Tononi, Giulio - El universo de la conciencia [Libros en español - ciencias] api_user_11797_engendrok19 Libro de divulgación científica. Fundamental para abordar las ciencias del cerebro-mente y la biología de la conciencia.

El problema de la conciencia

El Problema de La Con Ciencia El Problema de La Con Ciencia api_user_11797_Babe

Emilio Gómez Millán: Crítica a Descartes desde la neuropsicología cognitiva

Imagine a un ordenador planteándose la frase de Descartes: "yo pienso, luego yo existo". ¿Es posible? En todo caso, según la famosa frase, se deduce de la facultad de pensar del yo, su
existencia. También que no existe el pensamiento sin dueño. La frase adopta forma de ecuación, donde pensar y existir son lo mismo. Descartes no duda de su voz interna. La conciencia sería este habla subvocálica, a la que él dota de carácter lógico, siguiendo la relación causa (pensar) y efecto (existir). En realidad, expresa la solución a una duda, la de su existencia. ¿Cómo saber que no soy una máquina, si mi vida es sueño, que tal vez estoy en coma conectado a una realidad virtual, soy un engañado cerebro en un frasco o soy un computador...? La respuesta es bien sabida. Dudo (pienso) y si dudo es indudable que existo. Por otro lado, resolver una duda por la existencia de la duda no es una gran solución científica, mas bien es establecer un dogma de fe, aunque solemos aceptar que si alguien duda de su salud mental no está loco. La cuestión es: ¿dudan los ordenadores? ¿tienen eco? ¿poseen un yo? ¿lo tendría un cerebro en un frasco: dudas, eco y/o yo?
Hoy dia se habla del error de Descartes (Damasio, 1994)), de que confundió la causa y el efecto, que sería mejor decir "existo, luego pienso". Una prueba de ello son los marcadores somáticos, o cómo nuestras decisiones supuestamente racionales suelen venir afectadas por intuiciones que se sienten en las tripas (como vimos en la parte primera del libro). Tal vez el miedo puso la duda en la mente de Descartes, el miedo a la muerte o a lo que sea. Este tipo de dudas casi obsesivas solo pueden resolverse a través del esfuerzo mental, del repaso mental de la idea hasta el agotamiento, entonces el sistema encuentra el descanso. Fue el esfuerzo producido por la duda, el que le dio la sensación intuitiva de “eureka he encontrado la solución”. Pero entonces se trataría de una solución supersticiosa. La frase de Descartes se parece sospechosamente a esta otra: "Existo por que existo o pienso por que pienso". Esto es, solo por adoptar la forma o sintaxis de un razonamiento “si A, entonces B”, parece un razonamiento pero no necesariamente lo es. Parece que, de algún modo parecido a los genes, las ideas estan sujetas a la lucha por la supervivencia (memética). Puede ser un cuadro, un pensamiento, un invento... El pensamiento de Descartes es una idea superviviente en Occidente, con independencia de su valor de verdad. Algunas ideas prenden fácilmente en la mente humana, con disponibilidad hacia ellas, causando una satisfacción que confundimos de modo pragmático con la verdad o simplemente no nos interesa especialmente la verdad.
Piense que usted es un cerebro en un frasco, ilusionado con una vida que es sueño. Dennett afirma que no somos un cerebro en una tina, como en la película Matrix, ya que la inteligencia artificial aún debe progresar mucho para generar una vida simulada, pues aún no sabe lo suficiente ni para simular las sensaciones que produce en la yema del dedo jugar con la arena un día soleado. Los múltiples sentidos nos salvan de tener alucinaciones fuertes, y nos garantizan, por la sinergia entre ellos, que la vida es real. La cultura nos ayuda a decidir lo que es real y lo que no, además tenemos dispositivos cerebrales que diferencian lo real de
lo imaginado, aunque parecen depender de la retroalimentación sensorial y de la acción propia. Pero si no tuviésemos cuerpo, ni sentidos ni tripas ni movimiento: ¿pensaríamos?, ¿habría duda cartesiana? ¿Resulta esta voz interna de algún ritmo interno y propio del cerebro?
En esta segunda parte del libro, buscamos el lugar y el momento del cerebro donde se podría producir la duda cartesiana, el eco. Se mantiene que el cerebro es un sistema generador de expectativas, donde siempre están implicados en una medida variable los esquemas del yo. Es un dispositivo imiperfecto de verificación de hipótesis, siendo su principal ley la de la inercia mental, y manifestando una gran resistencia a anularla, esto es, a cambiar la hipótesis.


(Emilio Gómez Millán: El cerebro en un frasco)

jueves, 19 de marzo de 2009

“¿Y yo?… !Protege mi vida!” nueva campaña de la Conferencia Episcopal contra el aborto

"¿Y yo?... !Protege mi vida!" nueva campaña de la Conferencia Episcopal contra el aborto
El portavoz de la Conferencia Episcopal y obispo auxiliar de Madrid, Juan Antonio Martínez Camino, ha hablado en La Ventana sobre la publicidad en contra del aborto que impulsa la Iglesia en España: Audio: Juan Antonio Martínez Camino: "Los niños no están protegidos" en CADENASER.com

El portavoz de la Conferencia Episcopal Española y obispo auxiliar de Madrid, Juan Antonio Martínez Camino, advirtió hoy que la vida humana "no debe ser menos protegida que otros bienes" como la flora o la fauna.
Durante la presentación de la campaña de comunicación en favor de la vida, que lleva por lema 'Protege mi vida', Camino indicó, en referencia a la reforma de la Ley del Aborto, que estudia el Gobierno que "una ley que no proteja el derecho a la vida es una ley injusta y que incluso no tiene caracter de ley".

La campaña se extenderá del 16 al 30 de marzo y se expondrá en 1.300 vallas publicitarias de 37 ciudades españolas. Ademas, se han realizado 30.000 carteles para parroquias y centros católicos de todo el país, y se han comenzado a distribuir ocho millones de dípticos informativos.

El proyecto tiene como protagonistas a un hombre y a un lince. Sobre el animal aparece el sello de protegido y sobre el niño la pregunta '¿y yo?. Sobre ambos hay una serie de imágenes en las que se muestran los diferentes estadios de un feto en gestación. En la parte inferior del cartel, el lema de la campaña.

El obispo auxiliar de Madrid y secretario general de la CEE, Juan Antonio Martínez Camino, explicó en rueda de prensa que esta campaña coincide en un momento en el que en España se anuncian cambios legales, donde el que va a nacer quedará todavía más desprotegido que con la actual legislación. "Hay muchas distorsiones y muchas falsedades respecto de lo que está en juego, que, en definitiva, es la vida de los que van a nacer y que es un bien que debe ser protegido adecuadamente y proporcionalmente a lo que es el derecho de todos a la vida".

COPE - La Conferencia Episcopal pone en marcha la campaña ¡Protege mi vida!
La Conferencia Episcopal Española (CEE) pone en marcha desde hoy una campaña de comunicación con el lema ¡Protege mi vida!

Argumentos a favor y en contra del aborto voluntario

Que se tenga o no un aborto es una cuestión médica que ha de ser decidida, como todas las demás cuestiones médicas, por la paciente y su médico.
(Harrier F. Pilpel, The Abortion Crisis)

El aborto es un problema moral, no médico. Es verdad que el procedimiento es quirúrgico, pero eso no hace que el aborto sea un problema médico, como tampoco el uso de la silla eléctrica hace que la pena de muerte sea un problema de electrotecnia.
(Thomas Szasz, The Ethics of Abortion)

(Citas tomadas del libro de Carl Wellman, Morales y éticas, edt. Tecnos)


DEFINICIÓN DEL PROBLEMA
El aborto puede ser definido como la terminación intencional del embarazo, induciendo la pérdida del feto.

Carl Wellman, en el libro Morales y éticas, señala siete argumentos en favor del aborto: La ley debe posibilitar cualquier cuidado médico que sea necesario para conservar la salud física y mental de la mujer embarazada; es injusto forzar que nazcan niños con graves problemas físicos o mentales; es injusto exigir a las victimas de violaciones que acepten los hijos resultantes de ellas; las leyes restrictivas del aborto son injustas, porque discriminan a ciertos grupos de ciudadanos; el aborto voluntario debe estar legalmente permitido para prevenir e impedir la enfermedad, la esterilidad e incluso la muerte de las mujeres que recurren a abortos ilegales o al auto-aborto; el aborto es uno de los medios que deberían ser utilizados para resolver el problema de la superpoblación, y cualquier prohibición del aborto es una violación del derecho a la intimidad.
Además, formula seis argumentos contrarios a la legalización del aborto: El aborto es física y psicológicamente nocivo para la madre; el aborto voluntario no debe permitirse porque hay mejores maneras de tratar los problemas sociales que, según sus defensores, se intentan resolver mediante este procedimiento; el aborto no debe legalizarse porque es un precedente que alienta la promiscuidad sexual, y, por tanto, socava la institución social de la familia; el aborto es un asesinato, puesto que el feto es un ser humano vivo; legalizar el aborto es un precedente peligroso, porque conduce a actos sumamente inmorales como el infanticidio, la eutanasia o el asesinato eugenésico; el aborto infringe el derecho a la vida del nonato.
Carl wellman considera que el argumento contrario al aborto más potente, de ser correcto, es el que dice que el aborto es un asesinato. Ahora bien, ¿realmente el aborto es un asesinato? Evidentemente, los partidarios de la despenalización del aborto entienden que no lo es.

Veamos el análisis que hace el autor del asunto:
"La cuestión central es si el aborto es asesinato o no. Probablemente no sea asesinato si el feto abortado no es un ser humano.
[...] intentemos encontrar algunos criterios ... para determinar si el feto es o no realmente un ser humano.
1. El crítico proabortista puede mantener que el feto no es un ser humano sobre la base de que no es un organismo separado. Aunque una persona pueda ser definida teológicamente, una persona individual debe ser al menos una entidad distinta de la madre. Sin embargo, el feto todavía no está separado de ésta; aún es parte de la carne materna. Sin duda, es un trozo vivo de carne, pero como también lo es un tumor en la punta de su nariz.
De la misma manera que no es asesinato extirpar un tumor, particularmente si hay razón para pensar que es maligno, tampoco es asesinato eliminar un trozo de materia orgánica del útero de la madre, particularmente si esta pequeña operación es necesaria para conservar la salud de aquélla. Puesto que el aborto no es quitar la vida a un organismo separado, tampoco es matar a un ser humano individual.
El moralista que mantiene que el aborto es un asesinato no deja que su argumento sea refutado tan fácilmente. Negará que el feto sea una parte de la madre y no un organismo separado.
[...]
2. El crítico puede admitir que el feto está separado de la madre en algún sentido, aunque esté unido a ella. Pero ¿ha de seguirse que el feto es un ser humano más, por encima de la madre? No, porque el feto no es un organismo distinto. En esta crítica, el punto central no está en la separación entre madre e hijo, sino en la distinción del hijo. El feto no es un ser humano diferente del organismo materno, porque carece de cualquier característica distintiva que nos permita diferenciarlo de la madre. No se trata de que el feto esté vivo en el cuerpo de la madre o unido físicamente a éste; no hay propiedades distintas que hagan que su carne y su sangre sean diferentes de la carne y la sangre que constituyen el organismo materno.
La respuesta que sugiere la investigación biológica es que hay algo que distingue el feto de cualquier parte del organismo de la madre. Desde el momento de la concepción, la herencia genética del feto es completa... en el momento de la concepción viene a la existencia un organismo humano nuevo y distinto. De ahí que el aborto sea necesariamente la destrucción de una vida humana individual y, en consecuencia, un asesinato.
3. El crítico puede volver al ataque y mantener que el feto no es un ser humano individual, porque no es un ser independiente. El feto no debería ser considerado como un ser humano por propio derecho, como opuesto al organismo materno, hasta que fuera viable y autónomo. Esto no significa que el feto deba ser literalmente capaz de suplir sus propias necesidades antes de que llegue a ser genuinamente humano, ni siquiera que haya nacido al término natural del embarazo. Pero requiere, al menos, que el organismo sea capaz, con unos cuidados razonables, de sobrevivir sin la madre. Es un hecho médico bien establecido que el feto no es viable hasta el último período del embarazo. El feto no debería considerarse como un ser humano, con su propio derecho a la vida, hasta que adquiera su propia capacidad de seguir vivo fuera del cuerpo de la madre. Antes de este momento, el aborto no es un asesinato, porque no es matar a un ser humano independiente.
En respuesta, aquellos que condenan el aborto pueden afirmar que pedir la independencia biológica es pedir demasiado. El niño recién nacido es un ser completamente dependiente. Normalmente depende del alimento, del calor y dela protección de la madre. Sin estos cuidados maternos no podría vivir más que unos pocos días a lo sumo... no podemos emplear la independencia como un criterio para definir el asesinato. Por completamente dependiente que sea, el feto es todavía un ser humano.
4. En este aspecto, la diferencia entre los puntos de vista biológico y moral empieza a surgir. Un ser humano puede ser definido en términos estrictamente biológicos, usando la definición biológica de un organismo separado por la teoría genética de la herencia. Pero la cuestión moral de qué es lo que distingue un asesinato de una muerte justificable no es un problema puramente biológico, sea o no el feto un ser humano en el sentido biológico del término; se puede argumentar que no es un ser humano en el sentido moral del término, porque carece de aquellas características que dan valor moral a un ser humano. El feto humano todavía no es consciente, está lejos de un ser agente racional y carece de toda personalidad. Puesto que e faltan precisamente aquellas características que confieren dignidad a un ser humano, no es un ser humano en el sentido moralmente relevante. Hasta que adquiera esas características moralmente relevantes no es totalmente humano. Antes de ese momento el aborto no es un asesinato, en realidad.
El moralista que considera el aborto como un asesinato puede dar un último paso. Es verdad, por lo que sabemos, que el feto humano no tiene conciencia, poder de elección racional ni personalidad. Así pues, ¿hemos de considerarlo inferior a los animales, puesto que éstos al menos poseen conciencia? De ningún modo. Tal como el niño en toda su inocencia tiene dignidad moral, porque potencialmente es una persona racional adulta, así el feto es más precioso que cualquier bestia, porque posee algo que ningún animal puede tener: la capacidad de convertirse en una persona consciente y racional. El feto es potencialmente una personalidad. Por esta razón debería ser respetado como un ser humano. Matar a semejante ser es asesinato.
Uno de los argumentos más poderosos contra la legalización del aborto estriba en la premisa según la cual matar al feto humano es asesinato. ¿Es verdadera esta premisa? No hemos resuelto esta crucial cuestión. Pero quizás sí hemos proporcionado las objeciones y réplicas a este argumento en cantidad suficiente para demostrar que el tema es complicado y que pueden presentarse una amplia variedad de argumentos por cada parte en litigio.

ALEGATO A FAVOR DEL ABORTO VOLUNTARIO
Aunque no puedo pretender haber llevado mi valoración crítica de los diversos argumentos hasta el final, me parece que el argumento más convincente contra la legalización del aborto es el que éste constituye un asesinato. Si el aborto fuera asesinato, entonces ello constituiría una razón poderosísima para prohibirlo legalmente. Sin embargo, mi opinión es que el aborto no es un asesinato. ¿Por qué no?
La acusación de asesinato no puede ser refutada afirmando que el aborto es un acto justificable de matar y, por tanto, una de las clases de excepciones a la regla general de que matar intencionadamente a un ser humano es moralmente incorrecto. Por las razones esbozadas en la sección anterior, los actos de aborto no entran realmente en la órbita del derecho a matar en defensa propia, del derecho a matar obligado por las circunstancias o del principio del doble efecto. Si el aborto no es un asesinato, ello es así porque el embrión que se mata no es un ser humano.
Mi problema -y no puedo pretender honestamente que lo haya resuelto- es explicar precisamente por qué el embrión, concebido por padres humanos y dotado naturalmente con la capacidad de desarrollarse hasta convertirse en un ser humano maduro, no es un ser humano. Debo admitir que biológicamente es un ser humano. Desde el punto de vista de la genética y la teoría de los organismos vivos, la línea vital que pasa entre padres e hijos es el momento de la concepción. Antes de la concepción sólo hay un óvulo y un espermatozoide, ninguno de los cuales es un ser humano. Después de la concepción hay un ser humano nuevo, un organismo vivo con una herencia genética única que controlará su crecimiento futuro y su vida biológica como ser humano. Por otro lado, desde el punto de vista moral, el embrión no es un ser humano, no es una persona que deba ser tratada con el respeto debido a un agente moral. ¿Por qué no? Porque el embrión carece de las características moralmente relevantes de conciencia y capacidad de elección racional. El niño carece también de capacidad de elección racional, pero no querría negar que el niño es un ser humano y que matar a un niño recién nacido es cometer homicidio. Probablemente, la razón por la cual el niño deba ser respetado como una persona por su propio derecho es que, mientras carece de las características de un agente moral maduro, posee ya la potencialidad adquiridas mediante un desarrollo normal. Pero ¿acaso no tiene también el embrión la potencialidad de llegar a ser un agente moral maduro? ¿Por qué es el momento del nacimiento, o posiblemente el momento en que el embrión ya es viable independientemente, el instante moralmente crucial que distingue el embrión no humano del ser humano? A lo mejor la respuesta estriba en el grado de semejanza entre el niño y el adulto moral que contrasta con el grado de diferencia entre el embrión y el agente moral maduro. No he sido capaz de explicar, sin embargo, cuáles son exactamente las características moralmente relevantes aquí o por qué el momento del nacimiento es más relevante moralmente que cualquier otro en el desarrollo del cigoto hasta la edad adulta. Aunque continuo investigando en torno a una suficiente explicación de esta diferencia, sigo creyendo, sujeto a corrección a la luz de la evidencia futura, que el aborto no es una asesinato, porque el embrión no es, en términos morales, un ser humano.
Si el embrión no es un ser humano, entonces no se puede justificar la prohibición del aborto apelando a los derechos del nonato. El feto, al menos durante los primeros seis meses de embarazo, antes de ser viable, no es un niño nonato en el completo sentido moral de una "persona muy joven". Puesto que no es un ser humano, no posee derechos humanos. De acuerdo con ello, el aborto, aunque causa la muerte del feto, no viola su derecho natural a la vida, porque sólo una persona puede tener derechos naturales. [...] Si estoy en lo cierto al negar que el feto es un ser humano en el sentido moralmente relevante del término, entonces ninguna apelación a su derecho natural a la vida puede exigir su derecho natural a vivir. [...] Si el feto no es una persona en el sentido moral, y si no es necesario admitir que es una persona en el sentido legal, entonces no puede argumentarse que la permisión del aborto voluntario viole ningún derecho natural humano o un derecho legal del nonato. [...]

Otras razones para legalizar el aborto son a)que una ley imposible de hacer cumplir crea una falta de respeto por el sistema legal de una sociedad; b)que el derecho de una mujer a controlar su propio cuepo es absoluto; c)que es hipócrita por parte de la sociedad glorificar el sexo y castigar la promiscuidad; d)que las leyes restrictivas del aborto fuerzan a los médicos a cometer actos ilegales o a actuar contra su juicio profesional, y e)que la ley no debe imponer dogmas religiosos a aquellos ciudadnos que no son creyentes.
Otros argumentos contra la permisión legal del aborto voluntario son: a)que la destrucción de la vida no debe ser parte del papel del médico como tal; b)que sólo Dios tiene el derecho a la vida o la muerte humanas, y c)que el aborto fácil socava el carácter humano incrementando la insensibilidad y disminuyendo la capacidad para enfrentarse a la vida".

(Carl Welman, Ibid. págs. 231-263)

ACTIVIDADES
¿Cuál de todos los argumentos a favor del aborto puedes considerar como el más poderoso? ¿Por qué? ¿Cuál de todos los argumentos contra el aborto piensas que tiene la mayor fuerza lógica? ¿Por qué?

lunes, 9 de marzo de 2009

Pensar por pensar: Dios y el ateísmo

Audio en CADENASER.com: Dios y el ateísmo

Los profesores Manuel Delgado y Manuel Cruz, en su particular invitación a la reflexión, reflexionan en torno a dos polémicos temas: la publicidad atea de los autobuses de Londres y la cúpula de Barceló en la ONU"

¡Atrévete a pensar! ¡Publica tu opinión!

Audio en CADENASER.com: ¿Es necesario reglamentar el aborto?

Audio en CADENASER.com: ¿Es necesario reglamentar el aborto?

Hablamos con Javier Martínez Salmeán portavoz del comité de expertos que recomienda al Gobierno el aborto libre durante las 14 primeras semanas. Benigno Blanco, presidente del Foro de la Familia, tacha estas recomendaciones de "cobardes".

¿Y tú, qué opinas? ¡No te cortes, exprésate! ¡Publica tus comentarios!

miércoles, 4 de marzo de 2009

David Hume: Tratado de la naturaleza humana

Hume D - Tratado de la Naturaleza Humana

Descartes: Meditaciones metafísicas

Descartes. Meditaciones Metafisicas Trad

Selectividad: Filosofía

Selectividad Filosofía

Selectividad: Filosofía: Problemas filosóficos: Orig

Selectividad: Filosofía: Problemas filosóficos: Origen del conocimiento: Descartes y Hume

Mapa conceptual de la 2ª y 4ª parte del Discurso del método

Atilana Guerrero Sánchez, Primer Concilio Ateo, la hetería felicitaria del ateísmo canalla, El Catoblepas 71:1, 2008

Atilana Guerrero Sánchez, Primer Concilio Ateo, la hetería felicitaria del ateísmo canalla, El Catoblepas 71:1, 2008

Gustavo Bueno, La fe del ateo, Temas de Hoy, Madrid 2007

Gustavo Bueno, La fe del ateo, Temas de Hoy, Madrid 2007

Gustavo Bueno, La metafísica presocrática, Pentalfa, Oviedo 1974

Gustavo Bueno, La metafísica presocrática, Pentalfa, Oviedo 1974

Atilana Guerrero Sánchez, Un «bus ateo», sí, pero ateo protestante, El Catoblepas 85:11, 2009

Atilana Guerrero Sánchez, Un «bus ateo», sí, pero ateo protestante, El Catoblepas 85:11, 2009